#disfunción #erectil, un enemigo silente
La disfunción eréctil (DE) se
define como la incapacidad persistente para lograr o mantener una erección
suficiente para una actividad sexual satisfactoria. Es una condición
multifactorial que puede tener causas vasculares, neurológicas, hormonales,
psicológicas y farmacológicas, y su prevalencia aumenta marcadamente con la
edad.[1-7]
Epidemiología según la edad:
La prevalencia de la DE es baja
en hombres menores de 40 años (menos del 10%), pero aumenta progresivamente con
la edad: entre 20-40% en la sexta década de vida, 50-75% en mayores de 70 años,
y hasta 80% en hombres de 70 años o más.[3-6] En
estudios recientes en EE. UU., la prevalencia global fue de 24.2%, con
17.9% en el grupo de 18-24 años, 12.7% en 35-44 años, 25.3% en 45-54 años,
33.9% en 55-64 años, 48% en 65-74 años y 52.2% en mayores de 75 años.[4] En
mayores de 75 años, prácticamente todos presentan algún grado de DE.[6]
Diagnóstico:
El diagnóstico se basa en la
historia clínica sexual y médica, exploración física dirigida y pruebas de
laboratorio según factores de riesgo (glucemia, perfil lipídico, testosterona
total en casos seleccionados).[1-2] El International
Index of Erectile Function (IIEF-5) es una herramienta validada para la
evaluación rápida de la DE.[1][4][6] Es fundamental
identificar comorbilidades asociadas y factores de riesgo cardiovascular, ya
que la DE puede ser un marcador temprano de enfermedad vascular.[1-2][7]
Tratamiento:
El abordaje inicial incluye
modificaciones del estilo de vida (ejercicio, pérdida de peso, control de
diabetes, hipertensión y dislipidemia, y cese de tabaco).[1-2][5] Los
inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 (PDE5i: sildenafil, tadalafil,
vardenafil, avanafil) son el tratamiento farmacológico de primera línea y
muestran tasas de éxito del 60-65% incluso en presencia de comorbilidades.[1-2][5] En
casos refractarios, se consideran terapias de segunda línea como alprostadil
intracavernoso o dispositivos de vacío, y, como última opción, prótesis
peneanas.[1-2][5] El abordaje psicoterapéutico es
esencial en casos de DE psicógena o mixta.[1-2] En el
anciano, la respuesta a PDE5i puede ser menor, pero su perfil de seguridad es
favorable.[5]
Enfermedades relacionadas:
La DE se asocia fuertemente con
diabetes mellitus, hipertensión, dislipidemia, obesidad, síndrome metabólico,
hipogonadismo, enfermedades cardiovasculares, hiperplasia prostática benigna
(BPH), y cáncer de próstata (PCa).[1-2][5][7] BPH y PCa
son factores de riesgo independientes para DE, especialmente en mayores de 60
años.[7] El tratamiento de cáncer de próstata y la
cirugía prostática incrementan el riesgo de DE.[1][7] La
polifarmacia y enfermedades psiquiátricas también contribuyen en el anciano.[5]
Pronóstico:
La DE tiende a progresar con la
edad: en estudios longitudinales, más del 50% de los hombres experimentan
empeoramiento en 12 años, especialmente los mayores de 70 años.[6] La
regresión espontánea es poco probable.
Referencias:
1. Erectile
Dysfunction. Rew KT, Heidelbaugh JJ. American Family Physician.
2016;94(10):820-827.
2. Current
Diagnosis and Management of Erectile Dysfunction. McMahon CG. The Medical
Journal of Australia. 2019;210(10):469-476. doi:10.5694/mja2.50167.
3. Diagnostic and
Statistical Manual of Mental Disorders. Dilip V. Jeste, Jeffrey A.
Lieberman, David Fassler, et al
4. Erectile
Dysfunction Prevalence in the United States: Report From the 2021 National
Survey of Sexual Wellbeing. Mark KP, Arenella K, Girard A, et al. The
Journal of Sexual Medicine. 2024;21(4):296-303. doi:10.1093/jsxmed/qdae008.
5. Erectile
Dysfunction in the Elderly: An Old Widespread Issue With Novel Treatment
Perspectives. Gareri P, Castagna A, Francomano D, Cerminara G, De Fazio P. International
Journal of Endocrinology. 2014;2014:878670. doi:10.1155/2014/878670.
6. A Natural
History of Erectile Dysfunction in Elderly Men: A Population-Based, Twelve-Year
Prospective Study. Saramies J, Koiranen M, Auvinen J, et al. Journal of
Clinical Medicine. 2022;11(8):2146. doi:10.3390/jcm11082146.
7. A Comprehensive Analysis of Erectile Dysfunction Prevalence and the Impact of Prostate Conditions on ED Among US Adults: Evidence From NHANES 2001-2004. Zhang Y, Zang N, Xiang Y, et al. Frontiers in Endocrinology. 2024;15:1412369. doi:10.3389/fendo.2024.1412369.
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