Creatividad: Cualidad tuya, no externa
Creatividad
es la capacidad de crear nuevas ideas o conceptos y las asociaciones entre
ellos, es un proceso imaginario a diferencia de la innovación que es un proceso
productivo. Para que tenga lugar la creatividad, algo que se halla en nuestro
interior debe cobrar vida en algo externo a nosotros. Por lo tanto si procuras
encontrar la creatividad en algún sitio exterior a ti , estás buscando en el
lugar errado. El espíritu creativo está dentro de ti, cualquiera que sea tu
ocupación, la clave radica en liberarlo. Cuando se despierta el espíritu
creativo anima un estilo de ser: una vida llena del deseo de innovar, de
explorar nuevas formas de hacer cosas, de descubrir nuevas cosas, de convertir
sueños en realidad. Está al alcance de
todos los que sientan la necesidad de probar, de explorar nuevas posibilidades,
de dejar las cosas un poco mejor que antes. La creatividad obra en lo social,
en lo deportivo, en lo recreativo, en la culinaria, en la forma de enseñar un
arte o una ciencia….
Veremos por ejemplo qué pueden hacer los
padres para ayudar a que sus hijos descubran tempranos intereses que los lleven
a una vida de entusiasmo, así como evitar los asesinos de la creatividad que
ahogan la aguda imaginación infantil. Con
su gran sentido de observación y análisis, Mark Twain expresaba: “ el hombre que tiene
una idea nueva es un chiflado, hasta que
la idea tiene éxito”, es un hecho muchos creativos e investigadores no son
reconocidos sino años después y en muchos casos después de su muerte.
A menudo subestimamos el poder del inconsciente, pero este es mucho más
fértil para las ideas creativas que el consciente. En el inconsciente no hay
juicios de auto-censura, allí las ideas son libres de recombinarse con otras en
esquemas nuevos y asociaciones impredecibles, en una suerte de ágil fluidez.
Otra fortaleza del inconsciente radica en que es el almacén de todo lo que
sabes y conoces, incluidas cosas que no puedes evocar rápidamente al nivel
consciente. En este sentido el inconsciente es intelectualmente más rico que la
parte consciente: tiene más datos a los que puede recurrir.
La
creatividad no se da en abstracto; para ser creativo , de algún modo debe ser
apropiado, útil, valioso, significativo, con aceptación y aprovechamiento
social, que requiere un público apropiado, unos expertos que lo validan o lo
rechazan. En la práctica ninguno de los grandes hombres y mujeres cuyo impulso
creativo ha transformado la disciplina en que trabajaban conoció la aceptación
de los demás desde el principio, la mayoría sufrió ataques, desaprobación,
críticas y hasta desprecio. Así como un líder de éxito es alguien capaz de
persuadir a la gente de que cambie sus ideas o su comportamiento, un creador de
éxito es alguien que brinda a otras personas una manera diferente de ver el
mundo.
Una
persona no es creativa en general, es creativa en x cosa, ya sea en escribir,
enseñar, armar, o dirigir una organización, la gente es creativa en algo, no en
todo. La vida cotidiana es uno de los principales escenarios para desarrollar y
aplicar la innovación y la solución de problemas. La creatividad tiene varios elementos
básicos: la pericia en un área específica, las habilidades en el ámbito
respectivo; las habilidades de pensamiento creativo, la pasión o sea el impulso
de hacer algo por el mero placer de hacerlo.
La
creatividad comienza con la afinidad con algo, algún tipo de conexión emocional
con ese algo. Parte de nuestra creatividad reside en nuestra manera de ver las
cosas. Un psicólogo de la Universidad de
yale denomina “ codificación selectiva” a la habilidad de separar la
información importante de la irrelevante. La mayor parte de la información que
reúne la gente acerca de un problema es de poca o nula utilidad, mientras que
otra parte e absolutamente crucial; la clave del pensamiento creativo radica en
ser capaz de detectar la señal relevante entre el ruido irrelevante. La
habilidad de ver las cosas de una manera nueva es de vital importancia para el
proceso creativo, radica en las ganas de cuestionar cualquier supuesto, así
mismo hacer la pregunta acertada, inteligente, oportuna, profunda, es vital para la iluminación creativa y si se alimenta con una buena postura y ojalá con
humor, esa creatividad tendrá un mejor resultado, pues el buen humor aceita las ruedas de la creatividad y
hace amena su realización.
Bibliografía:
Goleman,
Daniel y otros: El espíritu creativo. Ediciones
Zeta bolsillo, 4ª. Reimpresión, Bogotá 2016.
Oppenheimer,
Andrés ¡Sálvese quien pueda!. Penguim Random House Grupo Editorial S.A.. 1ª. Reimpresión
en Colombia.2013
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