El justo equilibrio en la práctica médica: entre la beneficencia y el #ensañamiento terapéutico
Principios rectores de la práctica médica
El principio de
no maleficencia obliga a evitar intervenciones que puedan causar más daño que
beneficio. Así mismo, el principio de beneficencia impone la responsabilidad de
procurar el mayor bien posible al paciente, evaluando riesgos, beneficios y el
contexto en cada caso. Estos principios no se pueden aplicar de forma aislada:
requieren un dimensionamiento constante sobre la proporcionalidad de los
procedimientos.
El riesgo del
ensañamiento
El ensañamiento
terapéutico o aplicación de medidas médicas desproporcionadas o inútiles que
prolongan el sufrimiento del paciente sin una expectativa real de mejoría, constituye
una violación a la ética. Además de atentar contra la dignidad de la persona ,
implica un uso irracional de recursos en sistemas de salud con recursos de ´por
sí limitados. Algunos comités de bioética han señalado que este tipo de
prácticas surgen tanto al miedo al fracaso médico como a las presiones
sociales, familiares, legales o institucionales.
La racionalidad
en el uso de los recursos de salud
El uso racional
de los recursos destinados a la salud no es solo una justificación económica,
sino también ética. Administrar medicamentos, procedimientos o tecnologías
innecesarias no solo expone al paciente a riesgos evitables , sino que reduce
la disponibilidad de recursos para quienes sí se beneficiarían con ellos. Es
necesario orientar los recursos hacia lo que está científicamente justificado ,
evitando la subutilización como la sobreutilización. El médico prudente
reconoce que no siempre, “más”, significa “mejor”. En ocasiones, la mejor
decisión clínica es optar por cuidados paliativos, medidas de confort o incluso
la abstención terapéutica, de igual manera, la comunicación honesta con el
paciente y su familia es esencial para acordar objetivos de cuidado,
respetuosos y realistas frente a la dignidad del paciente.
Conclusiones
La práctica
médica debe encontrar el justo equilibrio entre la acción y la abstención,
entre la innovación terapéutica y el respeto a los límites éticos y biológicos,
entre el desperdicio y la tacañería . Dar al paciente lo que realmente requiere,
sin caer en el ensañamiento médico, es un acto de responsabilidad profesional,
ética, de humanidad y de justicia social.
Referencias bibliográficas
- Beauchamp, T. L., Childress J. F. (2019) Principios de ética biomédica, 8ª. Edición. Universidad de Oxford.
- Callahan, D. (2012) : las raices de la bioética: Progresos en salud, tecnología y percepción de la muerte. Universidad de Oxford.
- García-López, A. González J, (2019) Ética del ensañamiento terapéutico: Reflexiones para la práctica clínica. Revista colombiana de bioética, 14() 73-85.
- Organización Mundial de la Salud (OMS) (2002) Uso racional de la medicina: Progrsos en la implementación de estrategias médicas por la OMS.
- Pellegrino, E. D, Thomasma , D.C. (1993) La virtud en la medicina práctica. Universidad de Oxford.

Comentarios