¿Qué es la nutrición o medicina ortomolecular?
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Esto nos
indica que pese a tantísima propaganda y presunta educación sobre prevención,
esta no ha llegado a impactar realmente a nuestro país sino que por el contrario
cada vez se endiosa más a las instituciones de salud que realizan tratamientos
y cirugías de alta complejidad (y alto costo) y se menosprecia la prevención, las
actividades de atención primaria y especialidades importantes como la geriatría y
la medicina familiar, entre otras.
La medicina
nutricional u ortomolecular sigue las normas básicas de la medicina: Primero no
hacer daño; ver de forma integral o completa al paciente; y, la prevención
siempre será mejor que la curación.
La medicina
ortomolecular, es la rama de la medicina dedicada a la rehabilitación celular o
restablecimiento del equilibrio químico, es decir a la prevención de enfermedades
a través de la regulación de las alteraciones bioquímicas que aparecen en el
organismo, suministrando oportunamente las moléculas que estén haciendo falta
en el organismo, para ello se utilizan sustancias y elementos naturales como
vitaminas, minerales, oligoelementos, aminoácidos, probióticos, prebióticos,
coenzimas los cuales van a permitir un reequilibrio bioquímico, neutralizando
efectos tóxicos y mejorando la calidad de vida.
La medicina
ortomolecular puede aportar a la célula los nutrientes necesarios, por ello
podemos hablar de nutrición celular, de una suplementación de nutrientes adaptada específicamente a las necesidades de cada individuo.
Un ejemplo
en la aplicación en sí mismo de sustancias ortomoleculares fue Linus Pauling,
premio Nóbel de medicina en 1954 y creador del concepto de medicina ortomolecular
quien tomaba 18 gramos al día de vitamina C, Vitamina E, Niacina y selenio. La
medicina ortomolecular se refiere a tomar cantidades óptimas de sustancias que
están en nuestro organismo, corrigiendo las concentraciones de esas sustancias
y conseguir un nivel óptimo de ellas para conservar la salud.
El uso
ideal de la nutrición ortomolecular es como preventivo de enfermedades como la
diabetes, hipertensión, neurodegenerativas, etc. Concentraciones elevadas de
vitamina C ayudan a prevenir la aparición de la diabetes tipo 2 y en caso de ya
estar presente a retrasar el deterioro del páncreas para que no llegue a insulino-dependencia.
En muchos pacientes el precursor o
sustrato no es utilizado por un posible déficit enzimático o co-enzimático. Por
ejemplo, la fosfatidilcolina es un precursor de la acetilcolina, su déficit
esta relacionado con senilidad, Alzheimer, diskinesia tardía. Otro precursor es
el omega 3, derivado del aceite de pescado, precursor de prostaglandinas, las
cuales nos protegen de infartos y trombosis y un tercer precursor entre muchos,
sería el aminoácido cisteína el cual es un precursor del glutatión, modulador
inmunológico, desintoxicante, proveedor de energía celular, antioxidante
maestro, regenerador celular, molécula vital para la salud mitocondrial en
prácticamente todas las células de nuestro organismo.
La medicina
ortomolecular se ha utilizado para el manejo de enfermedades mentales
utilizando niacina y vitaminas B y C. Se ha constatado que el desequilibrio
bioquímico y celular, siempre precede la
enfermedad clínica manifiesta, por lo que es importante la detección y manejo precoz de dicha alteración antes de que
alcance a manifestarse la enfermedad. La suplementación nutricional podría
tratar algunos defectos genéticos, enfermedades cardiovasculares, respiratorias
renales, neurodegenerativas, dermatológicas. La medicina ortomolecular busca
una regulación óptima del organismo, midiendo y modificando las concentraciones
de nutrientes esenciales como vitaminas, minerales, oligoelementos,
probióticos, prebióticos, en síntesis la medicina ortomolecular trabaja en la
fase funcional a nivel molecular, antes de que ocurran las lesiones, mientras
que la medicina convencional trabaja en la fase orgánica donde ya existen
lesiones morfológicas.
Sin embargo
no hay que olvidar que todos los productos naturales tienen un efecto sobre el cuerpo o incluso sobre los
mismos productos naturales que esté tomando el paciente, potenciándolos o
neutralizándolos, por ello solo deberían tomar suplementos las personas que
tengan la suficiente y adecuada valoración nutricional, recordando la norma arriba expresada de “primero no hacer daño”.
Bibliografía:
Chover,
Antonio Marco: Medicina ortomolecular. Editorial Club Universitario. San Vicente-
Alicante, España. Sin fecha.
Healey,
Sacha Barrio: La gran revolución de las grasas. Editorial Planeta Colombiana
S.A, Bogotá, 2013.
Jaramillo, Carlos: El milagro metabólico. Editorial Planeta Colombiana S.A. Bogotá. 2019.
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