#Grasas: ¿Un alimento, una sustancia inocua o un veneno?
Vivimos en un mundo de grasas, fritangas, mantecas, mayonesas y margarinas de todo tipo, estas grasas asfixian nuestras células y aglutinan nuestra sangre con coágulos y adherencias. Así como hay grasas que dañan nuestra salud, hay también grasas que la fortalecen. Esas grasas son los ácidos grasos esenciales: Son indispensables y cruciales para el funcionamiento del cuerpo y por no poder sintetizarse en el cuerpo, necesitan formar parte de nuestra dieta.
Existen cerca de cincuenta nutrientes esenciales para la salud: Luz, oxígeno, agua, 13
vitaminas, 8 aminoácidos, carbohidratos y 2 ácidos grasos esenciales (ácido
linoleico y alfalinolénico). El grueso de la población mundial carece de ácidos
grasos esenciales como el linolénico o también llamado omega 3.
Los ácidos
grasos esenciales contienen nutrientes
fundamentales para muchos procesos metabólicos y funciones vitales como el
correcto funcionamiento del cerebro, corazón, sistema inmunológico y son la
materia prima que el cuerpo utiliza para producir hormonas, grasa cerebrales y
prostaglandinas. Además ejercen un efecto depurativo sobre el organismo , nos
protegen de los daños causados por las grasas duras, bajan el colesterol,
desengoman las arterias, lubrican las articulaciones, limpian el hígado y
permiten establecer un equilibrio hormonal. Aunque hay múltiples grasas en nuestros alimentos,
tan solo dos son esenciales para el cuerpo.
Existen 2 tipos
de grasas: saturadas e insaturadas. Las grasas saturadas provienen de animales, carnes,
queso, huevos, mantequilla, aceite de palma y aceite de coco, no son esenciales
para el cuerpo y su exceso y su acumulación son nocivos. Las grasas insaturadas
contienen enlaces dobles entre átomos de carbono, lo cual les permite no estar
saturadas de átomos de hidrógeno, son líquidas a temperatura ambiente, acá se
incluyen los ácidos grasos esenciales que son un componente vital de cada
célula humana.
Los aceites
vegetales que conseguimos en los supermercados, han sido refinados y para
extraer el aceite de la semilla se dan los siguientes pasos:
- Extracción con solventes químicos: Para separar el aceite de la semilla, la compañías utilizan como solvente gasolina a temperaturas entre 55 y 65 grados centígrados, luego esta gasolina es evaporada del aceite al llevarla a 150 grados C. Es necesario tener en cuenta que a partir de 110 grados c los ácidos grasos comienzan a alterarse químicamente.
- Desengomado: Se
lleva a cabo con ácido fosfórico a 60 grados centígrados. El proceso remueve
fosfolípidos, lecitina, hierro, clorofila, cobre, calcio y magnesio.
- Refinado: El
aceite es mezclado con una base muy corrosiva, la soda caústica a 75 a 90
grados C. Se pierden ácidos grasos esenciales, fosfolípidos, proteínas y minerales.
- Blanqueado: Se
hace con arcillas activadas con ácidos, se retiran pigmentos como clorofila y
betacarotenos a temperaturas de 110 grados C por 15-30 minutos.
- Desodorización: Es
para retirar los malos olores del aceite, que se han producido por el mismo
procesamiento. Es una destilación a vapor hecha a presión con temperatura de
240 a 270 grados C por 30 a 60 minutos. La desodorización retira los aceites
aromáticos y los restantes ácidos grasos
libres y elimina los malos olores provenientes del refinamiento y del
blanqueado. Se pierde también la vitamina E y fitoesteroles. Lo único bueno es
que también se eliminan residuos de pesticidas.
Las altas
temperaturas desnaturalizan por completo el aceite, destruyen sus enzimas y le
retiran sus minerales y vitaminas. El resultado final es un aceite muerto,
insípido e inoloro sin ningún poder nutritivo, al que la industria le adiciona
antioxidantes artificiales para que no se vuelva rancio.
Efectos de la
alta temperatura sobre el aceite:
- A temperaturas
mayores a 150 grados C las grasas insaturadas se vuelven mutagénicas.
- Por encima de
los 160 grados c, se forman las películas de ácidos grasos trans.
- Por encima de
los 200 grados C comienzan a formarse en grandes cantidades los ácidos grasos
trans.
- Más allá de los
220 grados C, la producción de ácidos grasos trans aumenta exponencialmente.
- Los ácidos
grasos trans son tóxicos para el organismo, crean radicales libres, son mutagénicos
y cancerígenos.
- Las grasas trans
además de abundar en estos aceites vegetales, también abundan en productos de
panadería, dulces y pasteles, papas fritas y margarinas (blandas y duras).
Por pasar por
alto la lectura de las etiquetas, generalmente los consumidores no sabemos que
estamos usando un aceite trans, pero nuestro cuerpo sí lo percibe. Muchos
investigadores creen que esta es una de la causas principales de las
enfermedades que más nos afectan en la era moderna: El cáncer y las
enfermedades del corazón. Las grasas trans abren camino dentro de los tejidos y
se incorporan en órganos como el cerebro, el corazón y los pulmones y son muy
lesivos, más aún si se les adicionan carbohidratos procesados y/o en exceso.
Consecuencias de
ingerir grasas trans:
- Agravan la
deficiencia de ácidos grasos esenciales interfiriendo con los sistemas
enzimáticos que los producen.
- Interfieren en
la producción de prostaglandinas.
- Tienen un efecto
corrosivo sobre las arterias incrementando el tamaño de las placas de ateroma y
disminuyendo el colesterol bueno HDL.
- Disminuyen los
niveles de testosterona y debilitan los espermatozoides.
- Disminuyen la
eficacia de la respuesta inmune.
- Alteran la
actividad enzimática del hígado y su capacidad de procesar cancerígenos y
toxinas.
- Reducen la respuesta insulínica.
Estas grasas se consideran el peor tipo de grasa que se puede comer, ya que aumentan el colesterol “malo” y, además, reducen el “bueno”. Una alimentación que tiene este tipo de grasas aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, una de las principales causas de muerte en el mundo, así que cuantas más grasas trans consumas, mayor será el riesgo para tu salud. Como las grasas trans provienen de procesos artificiales y se encuentran en muchísimos productos que consumimos con frecuencia, es difícil evitarlas.
Te dejamos en la siguiente lista solo algunos de ellos:
- Pasteles
- Galletas dulces
- Tartas
- Manteca vegetal
- Palomitas para microondas
- Pizza congelada
- Masa refrigerada
- Papas fritas
- Donas
- Pollo frito
- Salsas
- Helados
- Botanas saladas y dulces
- Crema de leche para café
- Margarina (diferenciarse de la mantequilla pura que es un derivado de lácteos)
Bibliografía:
- M.N. Ballesteros, et al: Ácidos grasos trans: Un análisis del efecto del consumo en la salud humana, Nutra Hosp 2012 (27) 1; 54-64
- Sacha Barrio, Healey: La gran revolución de las grasas. Editorial planeta. 2013. Bogotá.
- El gran problema de las grasas trans: https://www.gob.mx/promosalud/es/articulos/el-gran-problema-de-las-grasas-trans?idiom=es
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