¿Cómo enfrentar la adicción a las redes sociales en los adolescentes?
Las redes sociales son el resultado de la necesidad humana para facilitar la interconexión a larga distancia de las personas, han servido para agilizar muchos procesos sociales, culturales, laborales, económicos y familiares. Desde la comunicación de nuestras emociones con seres queridos lejanos hasta la ayuda a recuperar objetos, animales o personas por medio de apoyo a servicios sociales.
Sin embargo, dada la naturaleza de su propia supervivencia y la aparente gratuidad de las mismas, se ha asociado su uso con el aumento progresivo de trastornos mentales como la depresión y el suicidio en varios países.
Alexis Solís Romero, académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, refiere que usar la computadora o el celular no es el problema, sino que dejamos de lado muchas actividades como el conversar o el interactuar cara a cara; no hay convivencia empática aunado a una mala calidad del sueño.
Pero, ¿porqué dejamos de lado actividades de interacción real humana? La respuesta puede estar en las propias redes sociales. Los algoritmos utilizados para "llamar la atención" de los cibernautas se basan en el uso de inteligencia artificial y se especializan cada vez más en los gustos particulares de cada usuario, es decir, analizan permanentemente las reacciones individuales y "perfilan" de esa manera las siguientes publicaciones que les pueda gustar a cada consumidor.
Es una compentencia por tener conectadas a las personas en cada red, es decir, venden la atención de cada uno de nosotros a las compañías patrocinadoras que pagan porque su publicidad sea visualizada. En ese proceso se analiza todo, absolutamente todo lo que sirva para dicho fin; es así como evidencian que las noticias falsas y la división de tendencias de manera polarizada es lo que más garantiza que el consumidor o usuario permanezca "conectado".
¿Dónde empieza el problema? Precísamente allí, en donde el algoritmo logra captar la atención permanente de la persona, muchas veces adolescente, presenta una realidad parcial o distorcionada que afecta directamente la interpretaciòn contextual de las ideas, pensamientos y prioridades, logrando aislar progresivamente al individuo de actividades que previamente causaban goce y regocijo.
Aunado a lo anterior, los estereotipos presentados en las redes sociales y la baja autoestima previa de los adolescentes, conforman un caldo de cultivo para que crezcan sentimientos de minusvalía y baja aprobación de sí mismos en ese superficial océano de reacciones, emoticones y "Likes" que cuando se presentan estimulan una falsa, o por lo menos superficial, percepción de lasos afectivos comunitarios.
¿Cómo enfrentar esta realidad cada vez más abrumadora y con un impacto crecientemente negativo? Hay varias cosas por hacer. Lo primero es que el objetivo final sería lograr que dichos algoritmos sean cada vez más humanizados y que protejan el valor de la vida convirtiéndose en un factor determinante protector de la salud y no como lo es en la actualidad: un verdadero factor de riesgo.
Lo segundo es que debe existir un momento en el cual los juristas determinen leyes que protejan al consumidor de dicho riesgo, es decir, que, por ejemplo, se pague un impuesto a la manipulación de los datos de la población por parte de las empresas dueñas de las redes sociales, eso lograría disminuir esa manipulación y aumentar ingresos para contrarrestar o mitigar el impacto generado.
Lo tercero es que cada uno de nosotros, desde nuestros entornos, debemos volvernos concientes del problema, ese es el primer paso para actuar debidamente. Las acciones son secundarias y están sujetas a cada persona. Sin embargo existen unas recomendaciones básicas:
- Limite el tiempo de navegación en las redes sociales, sobre todo de los adolescentes, a máximo 2 horas al día.
- No se acueste a dormir con el celular en el dormitorio.
- Desactive todas las notificaciones.
- Escoja usted mismo los videos que quiere ver, no los que le sugiera el buscador.
- Siga a personas que no tengan sus mismos gustos, eso aumenta el abanico de opciones de presentaciones y "burla" de cierta forma al algoritmo.
- Por último, hable de esto con todas las personas que pueda, incluso en las mismas redes sociales, eso logrará que aumento la conciencia colectiva y se generen espacios de diálogo y reflexión.
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