Melatonina en manejo del insomnio
El sueño es un fenómeno periódico activo regular que se adapta a las variaciones biológicas del tiempo mediante ritmos bilógicos como los circadianos, infradianos y ultradianos, el circadiano es un ciclo cercano a las 24 horas que permite reconocer los fenómenos de sueño-vigilia y su acción homeostática en los procesos biológicos de todo ser vivo. En esos fenómenos de sueño-vigilia, la melatonina es la principal sustancia implicada en su regulación. Hasta mediados de los setentas se consideraba a la melatonina una hormona exclusiva de la glándula pineal, hoy se sabe que se sintetiza también en diversos órganos extrapineales y no endocrinos, como la retina, la medula ósea, la piel, las células del tracto gastrointestinal productoras de serotonina, el cerebelo y el sistema inmunitario, por tanto la melatonina no es una hormona ya que se sintetiza en diferentes órganos y su efecto no tiene un órgano diana específico.
La síntesis y la
secreción de melatonina están reguladas por el Núcleo supraquiasmático, a su
vez ella regula el núcleo supraquiasmático y los relojes periféricos repartidos
por todo el cuerpo, lo cual hace que sea un marcador de los ritmos circadianos.
Para sintetizar la melatonina, las células de la glándula pineal toman
triptófano de la sangre y mediante un proceso de hidroxilación y decarboxilación
lo convierten en serotonina, a su vez esta se convierte en N-acetilserotonina por
acción de la N-acetil transferasa que después es metilada en una reacción
catalizada por la enzima hidroxilindol-O-metiltransferasa, para dar lugar a la
melatonina. Sintetizada la melatonina se libera a la sangre y se distribuye por
todos los fluidos corporales, llegando a la saliva, a la orina, a los folículos
preovulatorios, al semen, al liquido amniótico y a la leche materna, se metaboliza
rápida y mayormente en el hígado y sus metabolitos se eliminan por la orina.
Variación en la producción de melatonina
La cantidad de
melatonina es variable a lo largo de la vida. La producción se inicia a los 3 o
4 meses de edad, sus niveles van aumentando durante la infancia y alcanzan su
máximo a los 8 a 10 años de edad. Con la pubertad la síntesis se reduce bruscamente,
pasados los 40-45 años disminuye gradualmente y en los mayores de 70 años los
niveles no alcanzan el 10% de los prepuberales.
En personas sanas la síntesis de melatonina se inicia entre las 20 a 22
horas, alcanza el máximo entre la media noche y las 2 o 3 de la madrugada, a
partir de esta hora decrece, siendo mínima durante el día. El pico máximo
coincide con el valor mínimo de la temperatura corporal. Durante la noche la
concentración máxima de melatonina oscila entre 100 y 200 pg/ml y la mínima durante el día entre 10 y 30
pg/ml.
La luz es el
principal factor que regula la secreción de melatonina y depende de la hora del
día en que se dé la exposición , de la intensidad, de la duración y de la
longitud de onda. Una exposición a la luz artificial entre la media noche y las
4 de la madrugada, causa una inhibición de la secreción de melatonina durante
todo el tiempo que dura.
Mecanismo de acción
de la melatonina
El principal
mecanismo por el cual la melatonina
ayuda al sueño depende de su capacidad cronobiótica sobre el núcleo
supraquiasmático . El control del ritmo circadiano es ejercido por el núcleo
supraquiasmático que está sincronizado
por la luz ambiental y sincroniza
también el resto del organismo mediante la síntesis rítmica de melatonina. Los
altos niveles de melatonina informan que es de noche a los órganos y tejidos y
ayudan a organizar los ritmos homeostáticos. La melatonina tiene también
efectos reguladores sobre la reproducción, la maduración sexual, regula la
temperatura, es protector celular, potente antioxidante, agente oncostático e
inmunoestimulante.
Usos de la
melatonina contra el insomnio
El insomnio es
el trastorno del sueño más frecuente en la infancia y la adolescencia,
especialmente en los adolescentes mayores, se estima una prevalencia entre el
19 y el 24 %
siendo algo mayor en chicas que en chicos. En ellos la terapia
cognitivo-conductual individualizada debe ser la medida fundamental con apoyo farmacológico . El fármaco de
primera elección es la melatonina. El tratamiento no debe superar las 4
semanas.
En los adultos
con insomnio sin comorbilidad , también es la terapia cognitivo-conductual el
tratamiento de primera línea , en cambio no hay suficiente evidencia para recomendar el uso de melatonina en
ellos.
Los ancianos son
pacientes especialmente vulnerables a los efectos adversos de los medicamentos.
En el insomnio de conciliación se
recomienda la administración de melatonina de acción rápida. En el insomnio de
mantenimiento o mixto , de conciliación y mantenimiento, así como en los casos
de despertar precoz , es preferible la melatonina de acción prolongada, esto a
partir de los 55 años.
Bibliografía:
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